
JUAN PICOS, DIRECTOR DE LA ASOCIACIÓN GALEGA MONTE INDUSTRIA
"La industria de la madera es muy dispersa; si concentráramos el sector en un megapolígono alrededor de una empresa, tendríamos una actividad similar a la del textil o el automóvil".El monte gallego ha vivido un año histórico: en 2005 se han cortado casi siete millones de metros cúbicos de madera. Pero los expertos creen que la industria todavía da para más. Sobre todo, si consigue las ayudas europeas de 2007-2013, el último plan que va a haber. "Necesitamos todavía una inyección para los propietarios y sería una nefasta noticia si no llegaran las suficientes ayudas
-dice Juan Picos-; si lo conseguimos, estaremos poniendo una pequeña piedra para solucionar los problemas de competitividad".
-¿Cuál es la situación del sector en Galicia?
-La industria de primera transformación, es una de las mejores tecnológicamente de Europa y probablemente del mundo. En cuanto a resultados empresariales, hemos crecido un 12% con respecto a 2004, aunque eso no quiere decir que sea más dinero.
-¿Por qué?
-Porque el incremento de facturación se debe, principalmente, al incremento de actividad. Hemos trabajado más y hemos facturado más, pero los márgenes han bajado un 8%. O sea, que aun trabajando más, hemos ganado menos.
-¿A dónde se manda toda esa madera?
-La mayor parte se transforma. Se fabrica madera aserrada, tablones, tablas, tablero de partículas y fibras, pasta de papel... El 80% de todo eso se va fuera y sólo se transforma un 20%.
-¿Y a qué lugares se va?
-Se manda mucho a Europa, toda la pasta de papel. Y casi todo el tablero de fibras. El tablero de partículas y la madera aserrada se queda en España.
-Pero Galicia también importa mucha madera...
-Importa mucha serrada. Pero sale más madera de la que entra. Mandamos algo de tronco fuera, a una fábrica de Navia. También estamos mandando más de 400.000 metros cúbicos a papeleras de Zaragoza, Miranda de Ebro... y de Portugal recibimos también madera.
-¿Por qué en Galicia no se da el siguiente paso en la transformación de la madera?
-Hay unos segmentos que no se han desarrollado. El mueble siempre ha sido un mercado local y la demanda interna en Galicia es muy reducida. Nunca se ha planteado ir más allá; siempre han sido pequeñas empresas, familiares y enfocadas a un consumo muy local. En el caso de la pasta de papel, sólo hay una iniciativa seria, la de Pontevedra, y no cuajó.
-Usted ha dicho que el monte gallego podría producir el doble de lo que produce...
-Todavía nos quedan 600.000 hectáreas sin utilizar. Estamos utilizando forestalmente 1,4 millones de hectáreas. Eso supondría un 50% más de incremento. Y, sobre cada hectárea, podríamos producir más madera. Y podríamos llegar, según el Plan Forestal de Galicia, a cortar 14 millones de metros cúbicos, cuando ahora mismo estamos en el techo del siete y estamos muy contentos.
-¿Qué hace falta para que se duplique esa cifra?
-El propio Plan Forestal de Galicia, que se aprobó hace 14 años, establecía que un 3% del presupuesto autonómico tendría que estar dedicado al monte. En estos 14 años nunca se ha superado el 1,5%. Teóricamente, hay un debe de las administraciones públicas.
-¿Qué inversión sería necesaria para conseguirlo?
-Hay cifras de todo orden. Se habla de tres millones de euros, que parece mucho, pero estamos hablando de 50 años. Con eso podríamos producir el doble. Afortunadamente, la propiedad privada ha ido por delante de la Administración. Sólo en pasta y tablero, en los últimos diez años, se han invertido 750 millones de euros. Si contáramos el aserrado y los montes, habría grandes inversiones.
-Sin embargo, a pesar de ser una potencia maderera, la sociedad no conoce estas cifras.
-Es debido a que la actividad es dispersa. Hay 400 aserradoras, 600.000 propietarios forestales... Si todo eso lo concentráramos en un megapolígono alrededor de una empresa, tendríamos una actividad similar a la del textil o el automóvil. Al estar dispersos, carecemos de la autoestima que da el ser el tercer o cuarto sector industrial de Galicia.
-Los bajos precios no animan a los propietarios a vender. ¿Cómo se puede solucionar esto?
-Cuando los propietarios demandan mayores ingresos tienen parte de razón. Pero los precios son poco manejables, así que hay que manejar los costes de producción. En Galicia, el problema es el tamaño de la propiedad. El coste de la madera disminuye en todo el mundo, pero en economías de escala, como Suramérica, son capaces de poner los productos en el mercado con un margen que nosotros no podemos. El precio de la madera en fábrica supone el 60-70% del coste del producto final.
-¿Cuáles son los próximos retos del sector?
-El reto del sector es conseguir ser competitivos mediante la organización y el aprovechamiento del monte. Los propietarios deberían, ya no agruparse, sino por lo menos vender a la vez, con lo que ya disminuyen los costes. Es importante también la intervención de las administraciones; los ayuntamientos han puesto tasas a la explotación del monte y, aunque teóricamente se lo cobran a la empresa, ésta lo cobra después al propietario. Han hecho que la madera baje un 5%.
"La pasta de eucalipto gallega es una de las mejores del mundo"
-En Galicia se produce mucha cantidad de madera, pero ¿de buena calidad?
-Estamos generando productos de muy buena calidad. La industria de transformación es tecnológicamente puntera. Hay algunas industrias, como la de trituración, que tratan de hacer cada vez mejor producto con peor madera. De hecho, buena parte del tablero se hace con reciclado. Luego está la industria del aserrado, que necesita que la madera tenga una mínima calidad. Ahí sí que es necesario mejorar la calidad de la madera, para que el producto sea cada vez mejor.
-¿Y eso, cómo se logra?
-Con silvicultura, que el monte esté cada vez mejor cuidado, que se vayan eliminando los peores árboles y el crecimiento se concentre en los mejores. La pasta de eucalipto que se hace en Galicia probablemente sea una de las mejores del mundo, los tableros y la chapa son de muy buena calidad... nos falta mejorar la calidad del tronco.
-¿Cuál es el futuro de la industria?
-En los últimos años, está apostando por incluir sucesivas transformaciones dentro de su propia línea de producción. Empresas de tablero han conseguido generar tarima flotante, mueble en kit, dentro de la propia fábrica, preparado para vender al consumidor. Otra de las tendencias es que las empresas quieren tener en su fábrica una instalación para fabricar papel.
-¿Cree que el escándalo de Afinsa y Fórum Filatélico podría acabar afectando a Bosques Naturales?
-Bosques Naturales no es una inversión forestal al uso. Es una inversión muy especial, de un tamaño muy reducido y que realmente casi no tiene relación con el sector.